- Fotografías y objetos etnográficos dan cuenta de sus particularidades en Bacadéhuachi, Topahue, San Bartolo, Mesa del Seri, Ónavas y Tónichi
- El Centro INAH Sonora apoyó la muestra vigente en el Museo de Culturas Populares e Indígenas del estado
14 de abril de 2025.- La diversidad de las conmemoraciones de Cuaresma y Semana Santa en las comunidades sonorenses de Bacadéhuachi, Topahue, San Bartolo, Mesa del Seri, Ónavas y Tónichi, se revela en la exposición fotográfica De la ceniza a la gloria. Otros pueblos, otras tradiciones, vigente en el Museo de Culturas Populares e Indígenas de Sonora, durante abril de 2025.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Sonora y del espacio museístico, organizó la muestra y un ciclo de conferencias para ahondar en los contenidos de la misma, a cargo de los investigadores, cronistas y ciudadanos que han recopilado testimonios de estas prácticas religiosas.
De acuerdo con el antropólogo del Centro INAH Sonora, Alejandro Aguilar Zeleny, quien tuvo a cargo la curaduría junto con el investigador de la Unidad Regional Sonora de Culturas Populares, Tonatiuh Castro Silva, con el tiempo, las poblaciones asentadas en la Sierra Alta, en torno a los ríos Sonora y la cuenca alta del Yaqui, y los alrededores de Hermosillo, han dado forma a ceremonias y procesos rituales.
“Sonora es un estado con una diversidad étnica y cultural importante, donde se entrelazan tradiciones de distintos pueblos originarios con la influencia de los europeos, en especial de los misioneros jesuitas y franciscanos, quienes estuvieron a cargo de la evangelización en el noroeste de lo que hoy es México”, refiere.
Las 25 imágenes, autoría de los cronistas de Tónichi y Ónavas, Blanca Rosa López Martínez e Isaí Lápizco Valenzuela; del jefe de la tropa de Topahue, Martín Véjar Bustamante, y de los especialistas del Centro INAH Sonora, José Luis Moctezuma Zamarrón y Esperanza Donjuan Espinoza, revelan semejanzas y diferencias de una tradición que integra la religiosidad sonorense.
En el caso de Bacadéhuachi, explica la historiadora Esperanza Donjuan, esta localidad, perteneciente a la zona alta de la Sierra Madre Occidental, fue parte del territorio ópata, evangelizado por los jesuitas a mediados del siglo XVII. De ahí que los testimonios documentales y materiales, como imágenes procesionales, indican que la conmemoración de la Cuaresma y la Semana Santa se remite a esa época.
El registro fotográfico que llevó a cabo muestra que, a partir del Domingo de Ramos y hasta el Jueves Santo, los hijos ausentes de esta comunidad arriban a su terruño para participar en los rituales, ya sea en las “funciones”, es decir, la dramatización de la Pasión de Cristo, y/o en las procesiones, así como en los actos litúrgicos.
Participan hombres y mujeres de todas las edades: actores y actrices no profesionales, jinetes, la persona que toca el tambor y un nutrido grupo que se encarga de la organización, vestuario, instalación de sonido y de estaciones. Después de las imágenes procesionales, las cantoras representan el elemento principal.
“Desde la perspectiva de género, en los últimos años la historiografía trata de visibilizar el rol de las mujeres en nuestro devenir. En temas relacionados con el culto católico, ya no se limita a hablar de la Virgen María, sino a reivindicar a personajes secundarios, como María Magdalena, históricamente referida como una prostituta, pero que también se convirtió en eremita”.
En ese sentido, la historiadora destaca los papeles que representan las mujeres en las procesiones efectuadas en la Semana Santa de Bacadéhuachi: la “de las Palmas”, en Domingo de Ramos; la de la “La Junta”, por la mañana del Jueves Santo, y por la noche, “El Nazareno”; las del “Ecce Homo” y “El Encuentro”, el Viernes Santo.
Así como la procesión del “Santo Entierro”, que tiene lugar la tarde de ese día, después de la Crucifixión, en la que niñas vestidas de blanco se apostan alrededor de la urna para ofrecer flores; mientras que en la “de la Soledad”, mujeres solteras, vestidas de riguroso negro, hacen una valla afuera del Templo de Nuestra Señora de Loreto, para la salida de la Dolorosa, a la que acompañarán en su luto.
“La solemnidad y el respeto con que se realiza la Semana Santa es la principal característica de esta conmemoración en Bacadéhuachi. Cada año, se dan cita lugareños y habitantes que están lejos del pueblo, quienes, movidos por la fe y la tradición, se reúnen en torno a esta celebración que los cohesiona y fortalece”, finaliza la investigadora del Centro INAH Sonora.
De la ceniza a la gloria. Otros pueblos, otras tradiciones, en la que también pueden verse representaciones de fariseos (danzantes yaquis y pimas), un altar tradicional yaqui, varios instrumentos rituales y máscaras de pascola, permanecerá el resto de abril en el Museo de Culturas Populares e Indígenas de Sonora (calle Dr. Hoeffer No. 22, col. Centenario, Hermosillo). Horario: lunes y martes, de 8:00 a 15:00 horas; miércoles a viernes, de 8:00 a 19:00 horas; sábado y domingo, de 12:00 a 19:00 horas. Entrada gratuita.
Fuente:
- Boletín e imagen cortesía de INAH