Luis Cuevas Barajas

Luis Cuevas Barajas

(Acuitzio, Estado de Michoacán, 15 de abril de 1927 – Ciudad de México, 7 de febrero de 1994).

Fue el segundo hijo de Faustino Cuevas Vázquez y de Guadalupe Barajas Ponce; al año y medio de edad quedó huérfano de madre y estuvo a cargo de su tía quién lo acogió como su hijo a él y a su hermana Angelina.

Luis inició su educación primaria en la Escuela Cuauhtémoc y la educación secundaria en el Instituto Valladolid, ambos en Morelia, Michoacán. La preparatoria la cursó en el Colegio Francés Morelos. Desde que comenzó sus estudios, Luis mostró gran dedicación al aprendizaje, siempre se vio rodeado de libros y le fascinaba la lectura.

En el año 1948 ingresó a la Facultad de Ingeniería de la UNAM para cursar la carrera de Ingeniero Civil. Hacia el final de la construcción de la Torre Latinoamericana, comenzó a trabajar en la obra como Ingeniero residente de construcción. Luis quedó maravillado al participar en la Torre Latino, oportunidad que aprovechó al máximo, convivió de cerca con el Ing. Leonardo Zeevaert de quién se volvió su amigo, también estuvo en comunicación con el Ing. Teodoro Amerlinck y Zirión y con el Ing. Nathan Mortimore Newmark.

La construcción de la Torre Latinoamericana finalizó en el año 1956; posteriormente su tecnología antisísmica fue puesta a prueba con el “Terremoto del ángel” (movimiento que derrumbó la escultura de la Columna de la Independencia en la Ciudad de México el 28 de julio de 1957). A partir de la experiencia de L. Zeevaert y N. Newmark, Luis Cuevas comenzó a interesarse y profundizarse en la Ingeniería Antisísmica y en lo relacionado a los fenómenos telúricos.

Desde que Luis Cuevas ingresó a la Torre, estuvo al pendiente de su construcción y comportamiento estructural durante un sismo; el 16 de enero de 1961 Luis fue contratado por la Aseguradora Latinoamericana S.A. desempeñando el puesto de ingeniero, él se sentía orgulloso de haber colaborado en tan importante rascacielos que se convirtió en una de las personas que más sabía de la torre (así lo externó Teodoro Amerlinck en un comunicado del mes de junio de 1982). Dicha pasión por el edificio fue plasmada en su tesis denominada “Comportamiento de la estructura de la Torre Latinoamericana de la Ciudad de México”, misma que le dio el título de Ingeniero Civil el 15 de febrero de 1962. Ese mismo día inició como encargado de la conservación y mantenimiento de la Torre Latino bajo la supervisión de Leonardo Zeevaert.

Contento de su logro profesional, Luis Cuevas compartió su tesis a Karl V. Steinbrugge, secretario del Earthquake Engineering Research Institute, a la Biblioteca del Congreso de la Unión, a la Biblioteca Central y Torre de Rectoría de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), a la White House (Presidente de los E.E.U.U. John F. Kennedy) y a The Library of Congress en Whashington E.U.A.

El 8 de mayo de 1965 contrae nupcias con Teresa del Niño de Jesús B. por el civil y el 21 de mayo del mismo año por la iglesia. Fue un esposo amoroso, cariñoso, comprensivo y protector, además fue un padre que amó y educó con seriedad a sus cinco hijos.

En su quehacer profesional permaneció como Ingeniero Residente en la Torre Latinoamericana del año 1962 hasta el 31 de agosto de 1989, fecha en que renuncia a su cargo. Fue auxiliar del contratista durante la construcción del Estadio Azteca, participó con las Cimentaciones Franki de México S.A. de C.V., supervisando el enderezado del Hotel Bamer en la Ciudad de México, trabajó con Industrial Mexicano, S.A. en el hincado de tablaestacas en los edificios de Tokio No. 80 (IMSS), Sindicato de Músicos en Plaza de la República y en el Hincado de pilotes en el puente de la Av. Canal del Norte, sobre el gran canal.

Además de sus estudios de Ingeniería, Luis se interesó por otras disciplinas, estudió la Maestría en Restauración de Monumentos en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, obteniendo ese grado en el año 1979 con mención honorífica en su tesis denominada “La casa de Guillermo Prieto en la parcialidad de San Juan Moyotlán. Además el 22 de enero de 1982 obtuvo el grado de Matemático en la Facultad de Ciencias de la UNAM con su tesis titulada “La Media y la Extrema Razón”, cabe mencionar que este trabajo se basó en el terremoto de Santa Águeda (4 de febrero de 1976) en Guatemala, al ver grandes cuarteaduras en varios templos, el Ing. Cuevas se planteó la pregunta de por qué la línea de ruptura se encontraba en un círculo paralelo en una posición semejante a todas ellas, Luis creó “La Ley de Cuevas” la cual se establece así:

“En las bóvedas semiesféricas de espesor constante, y sujetas a su propio peso, la línea de esfuerzos paralelos nulos corresponde al paralelo cuyo coseno de la colatitud es el número de oro”.

Dentro de su inquietud por transmitir sus conocimientos inició su labor docente en tres universidades:

• Universidad Anáhuac: Matemáticas I y II, Diseño estructural (1982-1983).
• Universidad La Salle: Matemáticas I y II (1982-1994).
• Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Aragón – UNAM: Elementos constructivos y Principios Numéricos (1982-1994).

De la UNAM obtuvo la medalla a los 10 años de cátedra y en la Universidad La Salle obtuvo el reconocimiento por su apoyo al Congreso de Métodos Numéricos 1989 – 1995 y en memoria a su carrera, también La Salle, le otorgó su nombre al Primer Premio del Concurso de Matemáticas COMAT-95.

En el año 1983 publicó el Libro “La Torre Latinoamericana” siendo coautor del Ing. Adolfo Zeevaert. Perteneció al Colegio de Ingenieros Civiles de México A.C., a la Sociedad Matemática Mexicana A.C., a la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica A.C. y a la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural.

Durante el terremoto de 1985, estuvo al pendiente del comportamiento de la Torre Latinoamericana. Un año después dio una conferencia sobre el tema “Los sismos en las Construcciones de México” en la Universidad Autónoma de México (UAM). En el año 1987 INDIVISA MANENT Escuela de Ingeniería le solicitó sus comentarios sobre el tema de cimentaciones para el Nuevo Reglamento de Construcciones del Departamento del Distrito Federal (DDF).

El 31 de julio de 1990 aceptó colaborar gratuitamente con la Secretaría General de Obras del DDF para dar opiniones y evaluaciones en caso de sismos.

Hacia el ocaso de su vida, Luis dedicaba su tiempo a sus clases y alumnos, compartía sus gratos momentos con su esposa, hijos y nietos. Su pasión por la Ingeniería, Arquitectura y Matemáticas estuvieron con él hasta los últimos días de su vida; Luis partió el 7 de febrero de 1994, dejando un agradable recuerdo entre su familia y amigos.